Ignacio Gonzáles Viggiano y su hijo, Alejandro González De La Peña.
Ignacio Gonzáles Viggiano y su hijo, Alejandro González De La Peña.
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Cristian Mercado

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Bianco e Rosso, la mágica y única vinoteca en Barranquilla de la que nunca te quieres ir

El punto de venta cuenta con 500 vinos exclusivos y ofrece una experiencia agradable para sus clientes.

El lugar te atrapa. Es un espacio pequeño, pero mágico y acogedor, en donde el vino es el alma de la instalación. Así es Bianco e Rosso (Blanco y tinto), la única vinoteca en Barranquilla. 

Al ingresar al sitio tu estado anímico se relaja. La música italiana, un legado familiar, predomina mientras caminas y observas las botellas de vino acostadas, sobre unos ganchos, que hacen parte de un rocket (estructura de hierro), ubicado en una de las paredes.

Bianco e Rosso cuenta con 500 referencias de vinos.

En la otra pared están las mesas, las cuales fueron hechas con la madera en la que vienen empacados los vinos top o premiun. Las lámparas del sitio fueron creadas con 500 corchos de botellas vino. 

Los barranquilleros y turistas pueden disfrutar de vinos desde $55.000 hasta $1.200.000. Botellas de todos los sabores, para cautivar los paladares de los clientes, desde las 2 p.m. a 11 p.m.

Fachada de Bianco e Rosso.

Sin lugar a dudas, la innovación, la magia y exclusividad van combinados en este lugar al que siempre quieres volver. 

Pioneros

Alejandro González De La Peña, uno de los propietarios, le abrió a Zona Cero las puertas de su negocio creado hace un año y medio, con la intención de ser la mayor vinoteca en Barranquilla. 

"Tenemos alrededor de 500 referencias de vino. (El lugar) es un concepto donde funcionamos tanto para llevar, como para consumir acá en el negocio", expresó el joven. 

Pero Bianco e Rosso no se resume solo en lo anterior. Alejandro agregó que tienen varios acompañamientos agradables para una buena copa o en su defecto botella de vino. 

Alejandro González De La Peña, propietario de Bianco e Rosso.

La propuesta de vinoteca, según González De La Peña, ha tenido una buena acogida en una ciudad como Barranquilla. 

"Las personas amantes y principiantes en el tema del vino nos han acompañado, con la intención de probar cosas nuevas todos los días", afirmó el propietario. 

La varierdad y exclusividad de las referencias les da un plus en la ciudad. Tienen vinos que no son manejados en los supermercados y además, venden productos más baratos que un restaurante, algo que los hace más atractivo. 

Un lugar agradable para que los barranquilleros y turistas se relajen y la pasen bien.

Bianco e Rosso también le distribuye vinos a los restaurantes de la ciudad, en donde te cuestan el doble de valor que tiene en esta vinoteca, es decir, que aparte de la experiencia, pagas menos. 

Además de lo anterior, este sitio brinda una atención personalizada, en donde el cliente recibe consejos por parte de los propietarios o meseros para escoger el vino que mejor acompañe a una comida. 

Las lámparas de Bianco e Rosso fueron hechas con los corchos de las botellas de vino.

"La idea es que cada persona se sienta a gusto y que se atrevan a probar cosas diferentes", puntualizó Alejandro González De La Peña. 

Eso sí, informó que además de vinos, venden otro tipo de licores y comidas como pizza, tablas de queso, de jamones, paté, tartar de atún y el plato favorito del sitio, son unos rollitos de salmón ahumado. 

Una aventura de más de 20 años

No obstante, el creador de toda esta aventura, a base de vinos, fue ideada y ejecutada por el papá de Alejandro, el señor Ignacio González Viggiano.

Hace más de 25 años le empezó a picar la fiebre del vino y probar las botellas que habían en Barranquilla. 

En Bianco e Rosso encuentran vinos exclusivos que no se consiguen en los supermercados.

Agregó que todavía en Colombia no había muchas bodegas y habían poquitas referencias, por lo que le escribió a muchas sucursales en España. 

"Empezamos a importar vinos españoles y originalmente se los vendíamos a supermercados. Así arrancó este negocio", recordó. 

Ignacio reconoció que su aventura aún no llega a su techo. Afirmó que hay muchas cosas por hacer, en cuanto al concepto de importar y distribuir. Explicó la cultura del vino ha crecido en Colombia, pero todavía está muy por debajo del consumo per cápita que hay en otros países. 

Ignacio Gonzáles Viggiano, propietario de Bianco e Rosso.

En lo que respecta a Barranquilla, aseguró que la cultura del vino ha venido creciendo. Para él, los barranquilleros ya se sienten con el conocimiento de comerse una buena comida con una botella de vino. 

"El vino es el acompañamiento ideal de una buena comida. Hacen un maridaje perfecto", aseguró el propietario de Bianco e Rosso, quien también dicta catas (conferencias y degustaciones) personalizadas en su sala de juntas, transmitiendo su gran conocimiento sobre vinos.

Sobre la vinoteca, Ignacio expresó que este sitio tiene un concepto de armonía agradable. 

El cliente recibe una atención personalizada para que puedan escoger el mejor vino para el momento.

"Este es un lugar para disfrutar una buena copa de vino", enfatizó el empresario quien, también anunció muchas sorpresas para todo mayo, en conmemoración del mes de las madres. 

Explicó que el mundo es una magia, un mundo completo, ya que al probar el sabor de un vino, te incentiva a que viajes a los lugares en donde fue creado. 

"El vino lo que hace es mandarlo a uno a un mundo de cultura", manifestó. 

Los cuadros le dan un toque especial a Bianco e Rosso.

Legado familiar

Alejandro González De La Peña es el encargado de mantener el legado de su padre. El joven aseguró que este punto de venta era su ilusión desde que empezó a trabajar con su papá en la empresa.

"Alejandro es a él que le ha gustado la idea de mantener el legado del vino. La idea que él está aportando, a nivel de juventud, son muy buenas para nuestro futuro", expresó Ignacio González Viggiano.

El cliente tiene la posibilidad de probar vinos de muchos países.

Cabe resaltar que, también tienen una bodega a la que también llegan los vinos importados y después son distribuidos. No obstante, no se conforman con el presente y quieren más. 

"La idea de este punto de venta era que siempre quise atender al consumidor final, ofrecerle todo el portafolio de vinos y tener a los clientes acá, y que se puedan tomar los vinos a buenos precios", expresó Alejandro. 

El joven propietario afirmó que el objetivo en un mediano plazo es expandirse, tener un punto de venta en la plaza de Cartagena, un sitio ideal para el concepto de la vinoteca. 

Las mesas del sitio están hechas con la madera de las cajas en las que vienen empacados los vinos top o premiun.


 

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